domingo, 11 de agosto de 2013

Regalo: un libro restaurado

A mi hermano le gusta mucho leer el libro "El nombre del viento". Pero era de edición de bolsillo, un libro de más de 700 páginas y la verdad es que lo tenía destrozado. Así que decidí restaurárselo y como me costó tanto esfuerzo y tiempo, decidí regalárselo por Navidad.

Estos son los pasos que fue tomando el libro.

En el telar, lo que me iba quedando por coser:



Ya fuera del telar, 

le puse un refuerzo al lomo

Una cinta de registro (marcapáginas), las cabezadas (en los extremos) y la faja, que es otro refuerzo más

Después de eso y alguna cosilla más, hice las tapas por separado y después las pegué al libro

Dado que era un regalo, le puse unas guardas bonitas a juego con la tela, que por cierto, es verde porque las tapas originales del  libro son verdes y negras y me gustó más en verde.


Con las tapas, una vez cortadas y limpias, es decir, con lo roto cortado, las pegué encima de las tapas forradas en la tela verde.


El resultado fue genial. Le encantó el regalo.






Enseñando a encuadernar

Trabajando en un colegio como bibliotecaria, se me ocurrió la idea de enseñar a los niños a encuadernar su propio librito.
La experiencia salió estupendamente y a los niños les gustó mucho. La idea era que los utilizaran para escribir los resúmenes de los libros que se leían a lo largo del curso.
Estas son algunas fotos de lo que hicieron.


En esta imagen se ven a la izquierda los bloques de folios doblados, preparados para pegarlos a las tapas de cartulina. Y a la izquierda los libritos terminados, pero sin guillotinar.


Aquí lo mismo que en al anterior foto, pero desde otra perspectiva.

Y este último es el que me enseñó a hacer el profe de encuadernación para después enseñar a los niños.